La comunicación organizacional
En nuestras reuniones con directivos y líderes de las empresas se ha vuelto cotidiano que nos comenten sus dificultades frente a las expectativas que tienen de los comportamientos, las responsabilidades y el cumplimento de objetivos de sus colaboradores. En este punto muchos comentan la frustración al descubrir que aquello que se esperaba de la otra persona no se cumplió. Y acompañando esta desazón son muy frecuentes las expresiones “es que es obvio”, “es lógico”, “está sobreentendido”, “se supone”.
Aún en empresas que cuentan con manuales y protocolos claros, con tareas y funciones definidas, estos momentos incómodos suelen presentarse con mayor frecuencia que lo que se quisiera, afectando en gran medida las relaciones al interior.
¿Qué podría estar faltando? Entendiendo que cada empresa es un mundo, no hay una receta que funcione universalmente. Sin embargo, les dejaré algunas propuestas que podrían ayudar a promover los acuerdos institucionales:
El arte de comunicarse siempre será un camino de dos vías, por eso, debemos considerar que, nosotros como líderes, debemos ser los primeros en tener la apertura de saber escuchar, discernir y valorar lo que nos dicen los demás. Claro, eso es obvio, lógico y se supone. ¿Cierto?